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Proyecto Intercultura: CRIF ofrece 3 becas de estudio (de 3.600 €) a hijos de sus empleados

Tras el éxito de la edición 2017, una vez más este año, CRIF ofrece 3 becas de estudio (de 3.600 €) a los hijos de sus empleados para programas de verano internacionales de 4 semanas organizados por la organización sin fines de lucro Intercultura.

La asociación promueve programas educativos internacionales con el objetivo de fomentar el diálogo y la tolerancia hacia diferentes culturas y contribuir a la construcción de un nuevo tipo de educación para la paz.

Declaraciones de los participantes de 2017

Roberta, de 16 años y estudiante de la escuela secundaria de idiomas en Bari, no tiene dudas: "Comenzaré la universidad en un par de años, y estoy segura de que no será en Italia, tal vez en Alemania". Su experiencia la cambió para mejorar, permitiéndole explorar nuevas oportunidades: "¡Es una experiencia que definitivamente quiero repetir!". Su destino fue Dublín, donde, viviendo con una familia, asistió a cursos avanzados de inglés: "Las clases fueron muy atractivas, tratamos un tema específico cada semana, desde historia hasta cine, del deporte al arte ... teoría por la mañana y práctica por la tarde: de esta manera pude pasar todos los días en contacto cercano con jóvenes de diferentes nacionalidades y todavía estoy en contacto con algunos de ellos".

Marco, también un estudiante de 17 años en la escuela secundaria científica tuvo la oportunidad de sentirse como un "ciudadano de otro país" en la capital irlandesa. Hubo muchas actividades bien organizadas, y para él, el tiempo realmente voló: "Es más que un día de fiesta, donde te sumerges por completo en la vida de alguien de tu edad que vive en otro mundo: estableces relaciones con tu familia anfitriona, amigos y otros estudiantes. Esto te brinda la oportunidad de descubrir cosas nuevas, incluso sobre ti mismo. No son solo recuerdos de la experiencia que se quedan contigo, sino que es algo que te ayuda a crecer y permanecer contigo para siempre ".

Martina, de 17 años y de Bolonia, asistió a una universidad en Dinamarca, y la experiencia le permitió entrar en contacto con muchos estudiantes locales, acostumbrarse a su ritmo de vida y costumbres: "Por las mañanas siempre estábamos en clases, mientras que en las tardes hacíamos todo tipo de actividades ... construimos una canoa, ¡que obviamente probamos! ". Dinamarca no era su primera opción, pero sus dudas desaparecieron después de unos días: "Viajar te ayuda a crecer, descubrir diferentes culturas y costumbres, y tomar conciencia del hecho de que el mundo varía mucho y está lleno de sorpresas. Además, pasé un fin de semana con una familia danesa y tuve la oportunidad de ir más al norte, ir en bicicleta y descubrir un paisaje increíble ".

¡Todo lo que resta es desear buena suerte a los que están a punto de partir para la edición 2018!